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Detroit (USA) en bancarrota |
La ciudad de Detroit declaró este viernes la mayor bancarrota municipal de la historia estadounidense tras ser incapaz de mantener una década de deuda creciente y población menguante en medio de la profunda crisis industrial que atraviesa.
Kevin Orr, nombrado por el estado de Michigan
como el gestor externo de la ciudad, fue
el encargado de solicitar la protección por quiebra bajo el
capítulo 9 de la ley de bancarrotas de Estados Unidos.
Ahora la Justicia debe decidir si
acepta la petición de suspensión de pagos y reestructuración de la deuda por
valor de 18.500 millones de dólares, aunque desde junio varios bancos habían
acordado con Orr una quita de hasta el 75%, según el diario Detroit News.
"El presidente y los miembros del
equipo del presidente continúan observando de cerca la situación en Detroit", dijo
hoy la portavoz Amy Brundage.
CLAVES DE LA BANCARROTA DE DETROIT
Para encontrar las causas hay que remontarse a la creciente expansión que tuvo el
sector del automóvil durante la primera mitad del siglo XX.
La capital conocida como la 'Ciudad del Motor' atraviesa tiempos oscuros, y no solamente porque más de un 40% de la iluminación publica de las calles de Detroit esté desactivada. La enorme deuda que arrastra la capital del condado de Wayne, ha generado que Dave Bing, el alcalde de Detroit, tenga que declarar la suspensión de pagos , para intentar reanimar los restos de una ciudad que antes era un referente en la fabricación de automóviles, pero que a día de hoy es referente por ser la mayor bancarrota de la historia de los Estados Unidos.
LA CIUDAD DE DETROIT SUSPENDE PAGOS
CON UNA DEUDA DE 15.000 MILLONES DE EUROS
Sepultada por una crisis interminable,
la ciudad de Detroit, en la que llegaron a venderse casas por un dólar
(75 céntimos de euro) en 2008, acaba de suspender
pagos en lo que constituye la mayor reestructuración de la
deuda de una ciudad estadounidense de la Historia.
En total, la 'ciudad del motor'
cancela el pago de intereses y principal de una deuda estimada en 20.000
millones de dólares (15.200 millones), después
de que el Gobierno de Barack Obama haya rechazado rescatarla.
Los pasivos de Detroit son casi siete veces los del condado de Jefferson, en Alabama,
que suspendió el pago de sus 3.100 millones de euros (3.900 millones de
dólares) en 2007, en lo que hasta ahora era la mayor crisis municipal de EEUU.
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LAS LECCIONES DE DETROIT
Parecía que no podía ocurrir
pero finalmente la ciudad de Detroit ha solicitado ser declarada insolvente
económicamente y, por tanto, en bancarrota. La resolución final se espera
para final del verano como muy tarde, pero todo parece indicar que será
aceptada. Esta posibilidad se venía contemplando desde hace dos años y alcanzó
fuerza hace unos meses con el nombramiento de Kevin D. Orr como encargado
especial para solventar las financias locales. Aunque según el Detroit
News, Orr logró un acuerdo con algunos bancos acreedores, con quitas
próximas al 75%, no consiguió llegar a un acuerdo con el resto de acreedores
con quienes el ayuntamiento tiene una deuda próxima a los 20 billones de
dólares. El gobernador de Michigan, Rick Snyder, firmó la solicitud de Orr
acogiéndose al capítulo 9 en la normativa de quiebras -referida exclusivamente
a los ayuntamientos- afirmando que era “un paso difícil, pero la única opción
viable para afrontar un problema que se ha venido gestando durante seis
décadas”; se trataba de asumir una realidad que “ha sido ignorada”.
Detroit, la nueva Grecia
Cuando Detroit se
declaró en quiebra, o al menos lo intentó (la situación legal se ha
complicado), sé que no fui el único economista que tuvo un mal presentimiento
sobre el probable impacto que tendría en nuestra retórica política. ¿Iba a ser
lo de Grecia otra vez?
Está claro que a
algunos les gustaría que eso ocurriera. Así que dirijamos esta conversación por
buen camino antes de que sea demasiado tarde.
El Partenón |
Vale, ¿de qué estoy
hablando? Como posiblemente recordarán, hace unos años Grecia se hundió en una
crisis fiscal. Esto era malo, pero las consecuencias para el resto del mundo
deberían haber sido limitadas; al fin y al cabo, la economía griega es bastante
pequeña (de hecho, representa alrededor de 1,5 veces la economía del Detroit
metropolitano). Por desgracia, muchos políticos aprovecharon la crisis griega
para adueñarse del debate y cambiaron el tema de la creación de empleo por el
de la rectitud fiscal.
Pero lo cierto es que Grecia era un caso muy especial del que se podían extraer pocas o ninguna lección para la política económica más en general, e incluso en Grecia los déficits presupuestarios eran solo una parte del problema. No obstante, durante un tiempo, el discurso político en todo el mundo occidental estuvo totalmente “helenizado”: todo el mundo era Grecia o estaba a punto de convertirse en ella. Y este mal giro intelectual socavó enormemente las posibilidades de recuperación económica.
Detroit debe servir de aviso
El mismo día en que
el ayuntamiento de Detroit
se declaraba en bancarrota, Moody´s, una de las principales
agencias de 'rating', mejoró
la expectativa de la calificación crediticia de Estados Unidos..
A pesar de ser la mayor bancarrota de un ayuntamiento en la historia de EEUU,
no ha existido el más mínimo contagio a la deuda soberana estadounidense.
Pese a la confianza
de la mayoría de los inversores en un eventual rescate estatal e incluso del
Gobierno federal, éste no se ha producido y, tras la declaración de bancarrota
de Detroit, los
acreedores sufrirán quitas en sus deudas pendientes de cobrar.
Todos aquellos que adquirieron bonos municipales de Detroit atraídos por su
alta rentabilidad y la garantía 'tácita' de rescate en caso de problemas
financieros, han de afrontar ahora pérdidas en su inversión.
Pese a las enormes
diferencias en el funcionamiento y financiación de las administraciones
públicas estadounidenses y españolas o europeas, se pueden extraer conclusiones aplicables a numerosos
emisores públicos y privados de este lado del Atlántico.